
Los llamados neumáticos de invierno son neumáticos especialmente diseñados para su uso en condiciones climatológicas de extrema dureza, bajas temperaturas y carreteras llenas de hielo o nieve. Gracias a los compuestos y a las tecnologías utilizadas en su desarrollo, estos neumáticos pueden circular sobre asfaltos con nieve sin la necesidad de la utilización de las cadenas. La mayor de las diferencias frente a los neumáticos convencionales se encuentra en la banda de rodadura, incorporando un mayor número de aristas, así como laminillas autoblocantes, capaces de aumentar la adherencia en condiciones extremas. Igualmente los compuestos de goma que se emplean en su fabricación también son diferentes, y de mayor adherencia respecto al neumático de verano ya que estos pierden eficacia a temperaturas de menos de 7 °C.
En los países del norte y centro de Europa, así como en las regiones más frías de Estados Unidos, Canadá o Rusia, El uso de neumáticos de invierno(M+S) o de nieve(3PMSF) es obligatorio, dada su gran utilidad,
Estos neumáticos vienen marcados con el marcaje M+S (Mud and Snow, Nieve y Barro) y con un pictograma de una montaña de tres picos con un copito de nieve.
A la hora de escoger unos neumáticos de invierno hay que tener en cuenta que el índice de velocidad se puede reducir hasta en 2 veces.